Debido a la precariedad laboral y los bajos salarios se dificulta cada vez más que una buena parte de los jóvenes españoles puedan acceder a una vivienda. Ni disponen de la capacidad para pagar una entrada inicial, ni un trabajo estable con el que hacer frente a la hipoteca. EL alquiler, compartido muchas veces debido a su alto precio, o seguir viviendo con la familia son las únicas alternativas para muchos de ellos. Esta tendencia, que empezó en 2008, no ha hecho sino aumentar cada año.
En Inmobiliaria Confianza analizamos esta situación problemática y te contamos que posibles soluciones plantean los expertos.
Comprar una vivienda, misión casi imposible
La compra de una vivienda se está convirtiendo en casi una utopía para la inmensa mayoría de los jóvenes. Para poder hacerlo, es imprescindible tener una cantidad importante de dinero ahorrado, para afrontar no sólo los gastos sino también la entrada para comprar la casa en cuestión. Esto se debe a que los bancos, por lo general, sólo prestan un máximo equivalente al 80% del valor de tasación.
La paradoja de esta situación es que, el coste relativo del alquiler ha aumentado de tal manera que, desde 2016, es superior al que representa la cuota hipotecaria mensual de una vivienda en propiedad. Sin embargo, teniendo en cuenta las condiciones de acceso a la financiación hipotecaria con las que se encuentran los jóvenes, las cuales vienen derivadas en buena medida de la inestabilidad laboral, esta opción les resulta inviable. Además, para cubrir el pago inicial de la compra es necesario haber ahorrado previamente que supone alrededor de 3,7 veces el salario anual de una persona joven.
Alquilar una habitación ya supone más del 37% de su salario
Tampoco el alquiler de una habitación en una vivienda compartida es una opción asequible: de media son unos 375 euros al mes, lo que equivale al 37,3% del salario de un joven. Esta situación se da en 10 de las 17 comunidades autónomas, por lo que está bastante generalizada. En cuatro de ellas, superaba incluso el 40%. Por otra parte, las habitaciones se han encarecido un 7,1% en los últimos años.
No es extraño que con estas dificultades las viviendas en las que viven los jóvenes emancipados sean mayoritariamente más pequeñas que la media. Según los informes de los expertos, los hogares donde residen los jóvenes se concentran por lo general en áreas muy pobladas, en municipios que superan los 100.000 habitantes. Cuando el sustentador principal de un hogar es un joven emancipado, el porcentaje de viviendas pequeñas en las zonas muy pobladas se incrementa drásticamente (43,2%), algo que ocurre en menor medida en zonas poco y medianamente pobladas, donde el coste de vida es mucho menor.
La precariedad laboral condena a los jóvenes españoles a bajos salarios
Hasta el 30% de los jóvenes españoles viven en riesgo de pobreza o exclusión social, una situación cada vez más amenazante. La precariedad laboral afecta a muchos jóvenes de forma duradera, pudiendo condicionar su calidad de vida no solo a largo plazo de su ciclo laboral, sino también cuando sean pensionistas.
Los análisis revelan que los salarios de los jóvenes son un 35% inferior a la media, y no sólo eso, sino que el “progreso” de sus ingresos a lo largo de su vida laboral es más lento que en anteriores generaciones. Todo esto dificulta cada vez más construir proyectos vitales con perspectivas a medio y largo plazo.
De los informes de los especialistas se extraen datos que indican que los jóvenes menos formados cuentan con menos posibilidades de conseguir buenos empleos y progresar, tanto en salario como en estabilidad laboral, teniendo mayores ventajas los que cuentan con estudios superiores.
Un problema estructural con el sueldo
Más allá de los jóvenes que se encuentran en situación de desempleo, los que tienen un contrato de trabajo tampoco están en una situación mucho mejor para acceder a la vivienda. Y el principal culpable de esta situación son los bajo sueldos, con un salario medio entre las personas jóvenes que se sitúa en torno a los 13-14 mil euros al año.
Estas cifras demuestras que, la mayor parte de los jóvenes españoles que quiera emanciparse deberá hacerlo compartiendo piso, ya que si quisiera vivir solo deberían destinar casi el total de su sueldo (alrededor de un 80%) al pago de la renta. Todo ello sin contar el pago de suministros o la cesta de la compra, lo que convierte vivir fuera del núcleo familiar en una tarea cada vez más difícil para los jóvenes.
Las soluciones de los expertos
Llegados a este punto, los expertos sugieren varias soluciones. Entre las más destacadas podemos señalar las siguientes:
- Aumentar la oferta de viviendas, especialmente de protección oficial, a través de la colaboración entre el sector público y privado.
- Incentivos fiscales y medidas de seguridad jurídica para estimular el alquiler a precios asequibles y proteger tanto a inquilinos como a propietarios
- Fomentar ocupaciones estables y bien remuneradas para los jóvenes
- Ajustar las leyes para evitar medidas que desalienten la oferta de alquiler
- Destacar la importancia de la educación financiera para que los jóvenes puedan gestionar mejor sus ingresos y puedan ahorrar para adquirir una vivienda en el futuro
Abordar esta problemática requiere políticas integrales y a largo plazo, con el fin de que mejoren las condiciones de acceso a la vivienda por parte de los jóvenes de una manera efectiva y sostenible.
Si quieres encontrar la mejor oferta en viviendas de alquiler en Burgos contacta con nosotros y te ayudaremos a encontrar tu nuevo hogar.